Mientras Alyssa y Karla intentan escapar de la iglesia que las mantiene cautivas, Karla es asesinada por una cruel criatura semihumana. Después de que el detective Kimball localiza a Alyssa en un bar ruidoso de motociclistas, ella le dice a Kimball que las reclusas desaparecen cada luna llena y le muestra las balas de plata en su arma. Ahora los dos deben regresar a la casa de rehabilitación para enfrentarse al sacerdote y las monjas, y al mal salvaje y rugiente, que habita en su interior.