Panay trabajó en la ciudad como periodista. Un día, descubrió que su tribu había sido sobreexplotada y modificada por el turismo. Estaban perdiendo su tierra y su cultura, por lo que decidió regresar a casa para traer de vuelta la terraza abandonada. En este proceso, descubrió que no solo se trata de la tierra, sino también de quién es en realidad.