Juana se muda junto a su hijo Juan del campo a Caracas en busca de mejores oportunidades laborales y escolares. Al llegar viven en un rancho en uno de los barrios marginales de la ciudad (favelas), donde conocen un mundo horrible de promiscuidad y miseria muy diferente al que esperaban y que al final lleva a Juana a la autodestrucción y a Juan a reconsiderar la vida en la ciudad.