Jonás está a punto de ser tragado por su familia política. Talía, su esposa, lo quiere cerca... aunque no tan cerca; su hipocondría la hace presa de exóticos achaques. Patroclo, el suegro, quiere que Jonás administre la construcción de su mausoleo privado. Ira, la suegra, controla el destino familar desde la tina. Mientras ellos viven en el despilfarro en una vieja casona, Jonás huye al sótano en medio de muebles viejos, goteras y arena, Jonás instala un cuarto oscuro hasta que Julia, la joven cuñada, irrumpa en su vida con el pretexto de aprender fotografía...